16 . diantres
17 . bazinga
18 . unagi
19 . amor
martes, 30 de marzo de 2010
domingo, 28 de marzo de 2010
sábado, 20 de marzo de 2010
sábados
finalmente sucedió.
los sábados se parecen cada vez más a los domingos. y los ojos a un banco de sangre.
los sábados se parecen cada vez más a los domingos. y los ojos a un banco de sangre.
jueves, 18 de marzo de 2010
solita sola
“Usted es una mujer muy linda y muy interesante como para estar tan sola.”
De las frases que más me levantaron el ego, esa, salida de la boca –digital- y la mente de un masculino lindo e interesante, es una de las que va ganando.
Lástima me da que esté tan alejada de la realidad.
O quizás si soy un poco linda, y un poco interesante. Lo suficientemente linda como para que… quizás… muy de vez en cuando… y si tengo un poco de suerte, alguien lo note. Y lo suficientemente interesante como para que quizás… si tengo un poco de suerte… y muy de vez en cuando, llame un poco más la atención de esa persona que me notó un poco linda inicialmente.
Pero ni soy tan interesante, ni tan inteligente. Y mucho menos linda que eso.
Entonces ya sabemos cómo termina eso.
Fácil es dar un ejemplo: el chico lindo e interesante que me notó tan linda e interesante jamás me prestó mayor atención.
Mínima atención. Apenas un poco de atención, la justa y necesaria. Suficiente como para saciar la necesidad del momento y que todo vuelva a la normalidad (que por cierto, la normalidad no sólo nunca vuelve a la normalidad, sino que tampoco existe).
Es quizás culpa mía (evidentemente lo es, ¿de quién más sino?).
Una cantidad limitada –muy limitada- de puntos a favor mal distribuidos y administrados crean una ilusión. Una imagen holográfica de lo que soy. Un encuadre que deforma la realidad hacia algo mejor como una publicidad falsa haciendo un oasis sobre arenas movedizas.
Entonces todo se cae.
Todo desaparece en el momento en que ese otro quiere llegar a esa imagen holográfica y nota que, además de ser distinta de lo que se había promocionado, es también un gigantesco sinsentido. Irritante. Vegetativo. Dependiente. Poco interesante.
Sin gracia, sin vida.
En eterno domingo.
Es quizás momento de aceptar la derrota y buscar ayuda.
Centro de admisión, allí voy.
De las frases que más me levantaron el ego, esa, salida de la boca –digital- y la mente de un masculino lindo e interesante, es una de las que va ganando.
Lástima me da que esté tan alejada de la realidad.
O quizás si soy un poco linda, y un poco interesante. Lo suficientemente linda como para que… quizás… muy de vez en cuando… y si tengo un poco de suerte, alguien lo note. Y lo suficientemente interesante como para que quizás… si tengo un poco de suerte… y muy de vez en cuando, llame un poco más la atención de esa persona que me notó un poco linda inicialmente.
Pero ni soy tan interesante, ni tan inteligente. Y mucho menos linda que eso.
Entonces ya sabemos cómo termina eso.
Fácil es dar un ejemplo: el chico lindo e interesante que me notó tan linda e interesante jamás me prestó mayor atención.
Mínima atención. Apenas un poco de atención, la justa y necesaria. Suficiente como para saciar la necesidad del momento y que todo vuelva a la normalidad (que por cierto, la normalidad no sólo nunca vuelve a la normalidad, sino que tampoco existe).
Es quizás culpa mía (evidentemente lo es, ¿de quién más sino?).
Una cantidad limitada –muy limitada- de puntos a favor mal distribuidos y administrados crean una ilusión. Una imagen holográfica de lo que soy. Un encuadre que deforma la realidad hacia algo mejor como una publicidad falsa haciendo un oasis sobre arenas movedizas.
Entonces todo se cae.
Todo desaparece en el momento en que ese otro quiere llegar a esa imagen holográfica y nota que, además de ser distinta de lo que se había promocionado, es también un gigantesco sinsentido. Irritante. Vegetativo. Dependiente. Poco interesante.
Sin gracia, sin vida.
En eterno domingo.
Es quizás momento de aceptar la derrota y buscar ayuda.
Centro de admisión, allí voy.
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